Tuvo que excavar para encontrar a su amigo.
Por alguna razón desconocida, el canino quedó dentro de una tubería. Pero su dueño no iba a permitir que este pasara un momento más en esa condición, así que se puso a excavar no importándole su propia integridad física.
El hombre terminó con sus manos llenas de afectamientos producto del roce con las afiladas piedras. Para algunas personas sus mascotas son lo más preciado en el mundo, por lo que los cuidan y dan amor como si fueran un miembro más de sus familias.
El amor por los animales es tan grande que acaban siendo uno más en la familia. En algún momento, hay que devolverles el favor. Cuidarlos como si fuera parte integral del núcleo familiar. Excavar entre la tierra, piedras y escombros es solo una cuestión de amor.
El rescate no fue fácil, ya que debido a la premura del suceso, el hombre ni siquiera tuvo el tiempo de ponerse guantes. Sus manos terminaron con diversos afectamientos producto del roce con las afiladas rocas. En su mente solo estaba la idea de sacarlo de la forma que fuera.
Para evitar daños mayores, con sus propias manos evitó que las rocas afectaran la cara del canino. De un momento a otro el perro logra sacar su cabeza por el agujero, lo cual fue un gran alivio para todos los que se encontraban presentes.
El rescate provocó la alegría de todos quienes se encontraban en el lugar. Pero el rescatista fue el más emocionado. Abrazó a su perrito con tanta emoción. El hecho de que una mascota conviva con un ser humano a diario, también puede ser un factor de unión en medio de todas las circunstancias posibles.
Los sentimientos de felicidad que le genera su mascota son gigantescos, por esta razón el rescatista piensa que si le tocara volver a hacer lo mismo, lo haría sin dudar un solo momento.
