Estaba tan necesitado que no le importó acercarse pese a su temor.
El dasipódido se encontraba sacando tierra de forma profusa cuando Cristiano Henrique de Souza, ingeniero agrónomo del INDEA, Brasil, se dio cuenta de que buscaba agua. Así que no lo pensó para compartir un poco con el pequeñín.
El momento fue grabado, mientras el ingeniero se encontraba en una inspección sanitaria e hizo una pausa para tomar agua. El bebé armadillo, por otra parte, cavaba muy rápido, tratando de encontrar agua bajo la tierra, fue en ese momento cuando decidió darle un poco en la tapa del envase que contenía el agua.
Como es algo inusual el que este animal se acerque tanto a una persona, Cristiano quiso grabar el preciado momento, él mismo cuenta: “Trataba de lamer la humedad de la tierra y no tuvo mucha suerte. Por lo tanto, me agaché y le puse la taza cerca, y para mi sorpresa la pequeña criatura empezó a beber el agua directamente de mi taza”.
El ingeniero sigue relatando: “Al instante sentí lástima por el bebé. No había llovido durante días y cuando nos fijamos en cómo estaba seca la tierra, era obvio que el animal estaba buscando agua”.
En tan solo un minuto consumió dos tapas de agua llenas, realmente estaba muy necesitado. Cristiano relata: “Llené mi copa de nuevo y me acerqué y le dije: Hola pequeño compañero”.
Los armadillos son animales insectívoros y son muy escurridizos, sin embargo, en esta oportunidad su conducta hizo la diferencia. Lo impulsó su instinto de precisar ayuda. Cristiano cuenta: “La situación era desafortunada porque se trataba de un área que debe ser fructífero para los animales autóctonos. Pero aquí estaba dándole de beber a un animal necesitado”.
Luego que calmó sus necesidades, lamió la mano del ingeniero y se marchó. Romildo Gonçalves, biólogo y profesor de la Universidad Federal de Mato Grosso concuerda en que la conducta de este pequeño fue inesperada.
Romildo dijo: “Este es un animal silvestre que tiene muy poca interacción con los seres humanos. Su comportamiento es atípico porque tiene un cerebro muy pequeño y no tiene el nivel de inteligencia para formar relaciones como un animal domesticado”.
De alguna manera el armadillo sintió que su vida corría riesgos, por estar tanto tiempo sin tomar líquido. Es muy probable que su instinto lo protegiera de una pérdida segura, gracias a Cristiano y su buen corazón, esto no ocurrió.
