La felina fue encontrada en un patio trasero.
Una gatita fue dejada a su suerte a los pocos días de nacida en el patio trasero de una casa. Cuando la dueña del lugar la vio, se comunicó con el organismo Wrenn Rescue para que la atendieran. La razón del requerimiento era que necesitaba ser alimentada por sonda.
La apariencia de esta felina evidenciaba que la nariz y su paladar se encontraban distintos. Por lo que no podía ser alimentada por un biberón. Quizás esta fue la razón por la cual la madre la dejó a la suerte. Sea como sea, ahora estaba en las manos de una voluntaria del mencionado centro.
Ashley Kelley, es la voluntaria de la organización de rescate que participó en ponerle el nombre a esta felina. Aela en este momento cuenta con una salud envidiable y vive rodeada de mucho amor. Cabe decir que la madre de la felina nunca apareció.

Kelley entró en una rutina alimentaria con Aela lo que incluía darle alimento con una sonda dos veces al día.«Es muy fuerte y ruidosa. Está contenta inmediatamente después de comer, casi como si entendiera que la estoy ayudando» mencionó la voluntaria en una entrevista dada al medio digital Love Meow.

Kelley también recuerda que cuando recibió a esta felina, aún no abría los ojos. Estos detalles hacen de la profesión de la voluntaria una excelente forma de llevar la vida.
La apariencia de Aela realmente llama la atención. Su cara le saca una sonrisa a cualquiera. «Cada vez que nos ponemos un poco ruidosos, ella también lo hacen. Nunca he conocido un neonato más feliz…» dice Kelley a Love Meow.

«Criar es muy gratificante, pero aún más cuando se trata de alguien que necesita cuidados adicionales y ella es tan amorosa a cambio» reconoce la voluntaria experimentada en adopción de felinos.

Aela es una gatita muy amorosa que reconoce el olor de su madre adoptiva y se acurruca en sus manos cada vez que tiene oportunidad. Además, le gusta que la peinen con un cepillo de dientes que Kelley solo usa para ella.

Aela se encuentra muy agradecida de estar viva y comenzó a agudizar su audición. Su maullido se ha hecho cada vez más fuerte y tiene una actividad diaria lejos de cualquier indicio de sedentarismo.

Aela después que recibió su atención veterinaria se encuentra más fuerte que nunca. Actualmente se alimenta sin necesidad de una sonda.

La gatita de linda nariz tiene un gran apetito y mueve sus orejas cada vez que come. Es realmente un espectáculo ver como se desenvuelve esta hermosa felina.
Aela es muy aventurera, actualmente tiene al rededor de dos años de edad y cuando no está trabajando en sus saltos y carreras, está acurrucándose en su manta y ronroneando. Es como si agradeciera que se le hubiera salvado la vida.
Sin duda alguna el amor mostrado de su cuidadora le cambió la vida para siempre. El rumbo de su vida ha sido alterado para mejor. Si esto no hubiera ocurrido, la felina simplemente hubiese perdido la vida.