La madre perdió la vida y el padre asumió ambos papeles.
En Charles River Esplanade es un espectáculo habitual observar a los cisnes con sus polluelos en diferentes poses. Además, resulta muy placentero ver los núcleos familiares de estas aves actuando en total armonía.
El cuadro mejora su apariencia cuando el padre y la madre comparten las actividades de la crianza como un solo equipo, por lo que no sorprende que algún observador no sepa diferenciar quien es uno u otro. Un apartado especial ocurre cuando la madre de familia pierde la vida.
Emma Feeney observó a una familia de cisnes que decidieron criar a sus polluelos en el mencionado lago de Boston, Estados Unidos. Para la profesional de la Asociation Esplanade era motivo de curiosidad el comportamiento de ambos progenitores.
Es que se veía al macho muy implicado en sus interacciones con los polluelos, hasta el punto que la hembra se ausentaba en varias ocasiones del núcleo familiar.
«Poco después, vimos que la hembra cisne comenzó a poner huevos. Puso un total de nueve huevos…», semanas después los polluelos de cisne comenzaron a eclosionar, según describió Emma en las primeras experiencias con los cisnes.
«Se han convertido en celebridades en Boston durante las últimas semanas» mencionó Emma al ver que su publicación se había hecho viral.
Pero por alguna razón desconocida, los especialistas en vida silvestre percibieron un cambio en la salud de la hembra. Al parecer no era algo se transmitiera de un ser a otro.
«Animal Care and Control, recibió una llamada alertando sobre la salud de la madre cisne, ya que había estado moviendo la cabeza y no podía levantarse por sí misma. Pero cuando llegaron, desafortunadamente, había perdido la vida» dijo Emma.
El sentimiento de nostalgia llegó a todos los que se implicaron en el desarrollo de este núcleo familiar.
Pero algo que trajo muy buenas sensaciones fue el papel del macho de la camada. Este no estaba dispuesto a ceder su responsabilidad.
Cuando se acercaron al macho, los especialistas en compañía de Emma notaron algo bien interesante: «Tenía sus polluelos metidos debajo de sus alas» apuntó la sorprendida mujer.
Al parecer el macho se ocupó de sus siete polluelos en todo momento. Sin duda un ejemplo hasta para la sociedad actual.
«Parece que les está yendo bien. Puedes verlos en la laguna nadando juntos, con algunos de los bebés montados sobre su espalda» dijo Emma a un medio de comunicación local.
