Dejado a su suerte por su apariencia, el perrito, tenía la esperanza de conseguir alguien que compartiera su existencia. Después de ser rechazado varias veces por nacer con su rostro diferente, era posible que encontrara el amor de una madre.
Aunque el canino tenía una vida hogareña y se le llamaba Lucky, no contaba con el afecto de unos cuidadores responsables. Además, compartía su existencia con una pareja de gatos que le impedían que se acercara a la sala de estar del hogar.
La historia de Lucky se remonta a su nacimiento en un criadero de perros. Por su particular rostro fue puesto en varios refugios y pasó por muchos hogares adoptivos. La suerte de este canino estaba en marcada en una existencia gris.

La experiencia de Lucky muestra los niveles en que nivel está la sociedad moderna. Muchas personas veían al perro y no superaban lo que observaban. Por lo tanto, no se daban la oportunidad de conocer a este maravilloso animal.
Por cosas del destino, Lucky llegó hasta un hogar cerca de Austin, Texas, donde parecía que su suerte cambiaría. Aunque tenía un sitio donde vivir, carecía de amor. Fue devuelto al albergue con signos de descuido por parte de sus cuidadores.

Esa situación se repitió por dos ocasiones más. Aun así, los profesionales del centro que atiende a los animales para una futura adopción, se resistían a renunciar a la posibilidad de lograr la ansiada meta. Lucky se merecía algo más.

Pero todo iba a cambiar cuando un voluntario del mencionado refugio alistó a Lucky para una sesión de fotos. Las publicaciones de las mismas, fueron vistas por Jamie Hult quien enseguida empezó a gestionar la adopción de este singular canino.

«Resultó ser alguien en mi mundo de rescate de perros, así que de inmediato lo contacté y le dije “quiero a ese perro”. Ni siquiera quiero darle hogar de acogida, quiero adoptar a ese perro» mencionó Jamie a un medio de comunicación.

La mujer estaba impresionada por la información que manejaba el albergue acerca del pasado de Lucky. Al perro, en sus antiguas casas de acogida le daban poca comida, era ignorado, descuidado, nunca se le demostró amor.

Aunado a esto, el canino necesitaba tratamiento veterinario lo más pronto posible. Lucky mostraba signos de descuido.

Pero a Jamie no le importó; lo quería y no dudaría en abrir su billetera y corazón para darle una segunda oportunidad a Lucky. De allí viene la idea de ponerle un nombre que representara un nuevo comienzo o renacer, este nombre fue Beaux Tox.

El canino tenía un largo camino por recorrer y sanar sus afectaciones, pero gracias a la intervención médica adecuada, se recuperó en su totalidad. Ahora Jamie y Beaux Tox, están viviendo juntos, donde todo ha sido felicidad y diversión. Atrás quedaron los días enlazado a un árbol.

Beaux Tox ya no será dejado a un lado por verse diferente a los demás, solo le queda disfrutar de todo el amor que una mujer que es capaz de ver más allá de las apariencias, le puede dar. Todo un ejemplo en medio de esta sociedad artificial.
