El canino estaba acompañado por una carta.
En una banca del parque central de Coyoacán, México, junto a una conmovedora carta se encontraba un canino tímido de mirada caída y en un profundo desánimo. Al parecer fue dejado allí para que alguien se apiadara del perro y le diera un hogar.
Por la letra vista en la mencionada nota, algunos afirman que era la mano de un menor de edad. Las razones para tomar esa decisión fue los tratos negativos dados por los familiares del dueño del perro.

«Hola, por favor adóptame. (…) Por favor te pido que adoptes a este perrito y lo cuides muy bien», decía en parte la carta que fue vista por residentes de Coyoacán, distrito de la Ciudad de México. Ocurrió un día domingo y la comunidad dio aviso a las autoridades correspondientes.

La nota dejaba entrever que en la casa donde se encontraba Max existían personas que no lo querían. «Así que si lees esto y te tientas el corazón por favor adóptalo y cuida muy bien de él y si no por favor deja la nota en su lugar para que otros lo lean y lo adopten. Gracias» concluía.

Mascotas Coyoacán, una asociación protectora de animales de la zona, no dudó en acudir al lugar y rescatar al pequeño. Al principio el perro se mostraba inseguro y no se dejaba tocar.

Y es que los perros muchas veces creen que todos los humanos les tratarán de la misma manera. Así que una de las voluntarias se tuvo que ganar su confianza, para poder acercarse y liberarlo de la banca.

Max les gruñía a los voluntarios que se acercaban y tenía una posición que dejaba ver desagrado. Pero una vez liberado, la voluntaria buscaba la forma que este se sintiera cómodo. Esta era la primera parte del rescate y el comienzo de su nueva vida.

Miembros de la comunidad y la misma organización Mascotas Coyoacan, hicieron publicaciones de este rescate. El objetivo final sería conseguirle un hogar amoroso y permanente como eran los deseos de su anterior dueño.

Los miembros de la organización decidieron llamar al perro Boston. Como parte de un nuevo comienzo, el canino empezó a responder a los cuidados cariñosos de los voluntarios.

A pesar de que esta historia data del 2020 y que en su momento dio la vuelta al mundo, el perrito aún se encuentra en el albergue esperando por un buen corazón que quiera darle una oportunidad en su hogar. Esperamos que pronto encuentre esa soñada familia donde pueda volver a ser feliz.
Si deseas darle una nueva vida al amigable Boston, puedes comunicarte con Marcela Goldberg quien es la encargada del albergue Mascotas Coyoacán.