El novedoso medio de transporte canino fue construido por las propias manos del rescatista de animales.
En Fort Worth, Texas, existe un método de transporte canino muy singular. Se trata de un tren hecho por un señor que disfruta de su retiro de una forma ejemplar. Resulta que en su propiedad muchas personas dejan a su suerte a peros que ya no podían atender.
Eugene Bostick es el nombre del ser humano que no tiene corazón para darle la espalda a estos seres especiales. Una vez que recibe a los perros dejados por personas sin sentimientos, los alimenta y luego deja que el veterinario los examine.


«Vivimos en una calle sin salida, donde mi hermano y yo tenemos un establo para caballos. La gente a veces viene y arroja perros aquí, dejándolos. Entonces, comenzamos a alimentarlos, dejarlos entrar, llevarlos al veterinario. Hicimos un lugar para que vivieran» menciona el señor Eugene Bostick.

Para Bostick algo que empezó como un pasatiempo se ha convertido en una forma de llevar su vida. Por lo que ha destinado su hogar de 13 acres en un refugio para todos estos animales. Con esta iniciativa le da a su retiro laboral, un estimulante y grandioso objetivo.

«Un día estaba fuera y vi a un tipo con un tractor que unía estos carros para tirar de rocas. Pensé: ‘eso serviría para un tren de perros’. Soy buen soldador, así que tomé estos barriles de plástico con agujeros, puse ruedas debajo de ellos y los até» sonríe Bostick.


Utilizando barriles de plástico, algunas ruedas, un tractor y todo su ingenio, Eugene fabricó un fabuloso tren. El medio de transporte canino cuenta con la cantidad de vagones suficientes para que todos sus perros disfruten de un divertido paseo.

Eugene considera que ha encontrado un significado en su vida. Al rescatar y cuidar de todos estos perros se asegura que siempre tendrá espacio para ellos en su hogar. Seres humanos que son realmente irrepetibles.